Saturday, December 08, 2007

Una Historia de Llanada Grande




Uno de los lugares que mas han marcado mi vida es Llanada Grande. No ha sido casualidad que mi interés por el ecoturismo, las caminatas y la pesca surgiera con un viaje iniciatico. Recuerdo el día que con un grupo de amigos decidimos embarcarnos en un viaje que involucrara la aventura de cruzar un lago (el Tagua-tagua) y caminar algunas horas. Pero nuestra falta de experiencia nos llevo a un viaje que jamáz olvidaremos.

En aquel entonces el CMT realizaba las obras para la construcción del actual camino que llega a Llanada Grande, pero con la ayuda de la buena voluntad de los militares logramos cruzar por sus obras y nos encaminaron bastante en sus camiones y hasta en alguno que otro zodiac para surcar los rios donde ahora deben de haber puentes.

Al llegar a ese lugar nos encontramos con personajes que parecían salidos de cuentos y puedo entender desde aqui el especial interés que la literatura ha despertado en algunos de mis viejos amigos. Llegamos a la Semana Llanadina, justo al día de la fiesta; hombres y mujeres de los alrededores bajaban de sus caballos y se reunian en torno a la escuela frente a la pista de aterrizaje. La forma mas expedita de llegar era en avioneta.

En la fiesta se comían empanadas de cordero fritas y se bailaban rancheras, habian llegado artistas de Puerto Montt y elegían a la reina llanadina. Tras algunas miradas de ¿Que hacen estos extranjeros aqui? Decidimos que llegar a Segundo Corral podía ser razonable ¿Razonable? En absoluto!! Si lo ven en el mapa... son bastantes kilometros. Pero nos ilusionaba la promesa de que llegaba un Twin Otter. Esa promesa nos llevo al primer trekking de nuestras vidas, creo que fueron tres días de caminata intensa, teniamos entre 15 y 17 años y conocimos uno de los lugares mas encatadores que existen cerca de la tierra que habiamos habitado por años. Lo sentimos nuestro, nos bañamos en lagos maravillosos, cruzamos barrancos, bosques, valles, lagunas y trabajamos en un ambiente de tensión y encanto. El Twin Otter no llegó y tuvimos que hacer el viaje de retorno, no podíamos cruzar la cordillera porque un amigo habia olvidado su carné y así tomamos la decición de volver buscando nuestros pasos. Caminamos casi una semana y finalmente llegamos a nuestras casas y al cobijo familiar; quedamos con una historia para nuestros nietos y con imagenes para alimentar nuestros sueños de adultos.

Recomiendo visitar el Flickr de un viajero que conoce algunos lugares que para mi son especiales. Me permití sacar una de sus imagenes licenciadas en Creative Commons.